Cuestionado por miles de fanáticos, el último film de Batman ("The Dark Knight Rises") sin duda ha generado mas confusión en el mundo del comic y del cine que cualquier otra película. Pero todo esto viene gracias a un director que parece ser el responsable en manejar todas las fichas a su antojo de forma silenciosa y cuidadosa.
Christopher Nolan es su nombre y ya muchos lo catalogan como el nuevo Stanley Kubrick, ya que sin importar las aguas en donde sea lanzado, sabe nadar, hacer piruetas y salir. Hace un tiempo lo mismo fue mencionado con M. Night Shyamalan, pero todo quedo en solo comentarios e ideas. Escribe sus propios guiones, por presionar a sus actores a la perfección o simplemente por tocar temas intocables, C. Nolan queda mencionado como el nuevo delirio de Hollywood.
Nolan nos envuelve una y otra vez en con sus juegos mentales para al final de la película dejarnos pensando "¿Qué fue lo que vimos?", definitivamente un plus agregado ya que le da a la audiencia un sentimiento de despiste que acaba en emoción. "Inception", "The Dark Knight", "The Prestiges" nos presentan a un héroe que se enfrenta ante su "otro yo" versión malévola. Nos presenta al protagonista obsesionado por poder encontrar la luz ante su viaje lleno de espinas, pero se encuentra con un alter ego, un enemigo, un némesis capaz de quebrarlo y llevarlo hasta el punto de cometer infracciones morales implantadas por el mismo para "convertirse en algo mas". También tenemos la cuestión de los sueños o recuerdos del cual el protagonista trata de escapar originando frustraciones.
Nolan trata de convertirse en un genio sin precedentes, un genio indiscutible y "diferente". Tomando como ejemplo la ultima película del director, "The Dark Knight Rises cae ante una película minúscula, ahogada en pompones de promoción y deseos de ser superior a su antecesora, dando momentos tan odiados (como el momento en que se desvela todo el plan) y tan queridos (como el "I Will break you") que nos mantiene sin una opinión certera, dejando piezas de un rompecabezas sueltas por ahí y sin encajar.
Porque Nolan no permite que sus personajes lleguen al borde del abismo, ni siquiera por asomo. Los mantiene ahí, perturbándose sin remedio al igual que el espectador. Porque en sus películas ninguno de ellos (tanto el detective de "Memento", como el detective de "Insomnia", o el ladrón de "Inception", como el héroe millonario de las "Dark Knight") acuden a la salvación de sus problemas, sino que los arrastran con ellos y con todos nosotros sin llegar al limite, muy lamentable.
Guiones con preguntas psicológicas, los hermanos Nolan (para no decir que uno solo se encarga del guion) tratan de darnos una exploración de una virtualidad que no hace mas que dejar claro sus límites. Y como a todos los limites podemos encontrarle errores, aquí Nolan comienza a caer en los errores de miles de directores. La repetición innecesaria que tienen de revivir su éxito, su pócima secreta. "Interestellar" si sigue Nolan en el mismo camino, será alabada por la critica, catalogada de ingeniosa, diferente y hasta "inteligente". Tal vez esta vez si gane un premio. Pero después de haber visto lo ultimo de Batman me queda claro que sus personajes tienen un limite, y el también.
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